Volví a nacer cuando perdí el dolor de tus silencios,
cuando descubrí en el placer de tus miradas lo que
siempre enmarcaban mis sueños…

"En lo Hondo"
Gustavo GP

domingo, 31 de agosto de 2014

Cerca

De nuevo vagarè buscando tus ojos.
No necesito permisos,
caminar es parte del camino.
Las estrellas, el viento,
No, no me arrepiento.
Tus besos, mi destino.
Mi pecado, cruel o divino.
Eso es lo que siento,
Eso es lo que vivo
Por eso sigo
Corazón cobarde,
Al arduo calor del fuego infinito
A este occipital calumniante
Que sin dios ni fe presente
Ni canteos ni adulaciones
Ningún aroma entre todas las flores
Aspira siquiera a tenerte
Y sigo buscando lo que sigo (queriendo)
Desde ese fatídico momento
En que tus labios recibieron
El latigazo de mi áspera derrota
En el fuego infinito de mi mirada
Te esperaré, siempre, aunque vuelva a perder.

Y se desarma la luna sólo con tocarla.Y se enciende la luz que hay dentro de la charca.Como dos gotas de agua de distinta nube que bajan y que suben.

martes, 26 de agosto de 2014

La Verdad

El subconsciente es el único que dice la verdad.
La mente consciente solo sabe de ideas y sermones.
La verdad es una revelación.
Se experimenta.

martes, 19 de agosto de 2014

A Través Del Cristal




"Conozco la sonrisa brillante de las mañanas,
las tardes melladas,
las desdentadas noches.
Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino,
sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas,
sé del néctar de las bocas
y de su aliento en la nuca.
Sé de las palabras inútiles como bolitas de humo,
y de camas deshechas como lienzos desflorados,
sé de los bordes cortantes del canto herido,
sé de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo,
ese rostro; vagamente familiar,
que me mira a cada instante desde el espejo"


Albertucho, El Bueno el Feo y el Malo

sábado, 2 de agosto de 2014

Sin Nada





Tumbarme a pecho suelto
en el bordillo de otra calle que no sea la tuya 

Poncho K







No me contento con ser
ese simple bufón
que se dedica a contar
todo lo que pasa
a su alrededor.
No me contento con el tacto,
con el no saber
que ya no sabes
que te dedico esta estrofa
que nunca me gustó escribir,
pero si haberla escrito.
Que  no me gusta leerme,
¡pero si tanto escribirlo!
no por  haberla escrito,
sino porque
mirando nuestros pasos
quizá,
los dos tengamos
algo de verdugos,
algo de indomados.
Sin duda es nuestro pecado.
Hipotecados en
nuestros sueños,
y maldecidos en
nuestros miedos.
Al deseo de estar solos
con la soledad,
del uno con el otro.
A la triste inconsciencia,
al dulce devaneo,
del uno en el otro.
Prometiéndonos almohada.
Nos despertamos del sueño,
como ayer.
Sin saber.
Sin tener.
Sin nada.