“A veces a lo largo de nuestra vida, seguro que olvidamos
muchas cosas malas de nuestra conciencia, que nos disgustan o desagradan. Otras
veces, otras no tan malas las dejamos pasar como una corriente de agua que no
queremos atrapar por miedo al “qué”; pero las buenas, las de verdad
importantes, las que de verdad merecen la pena, esas ni debemos olvidarlas ni podemos
dejarlas pasar, debemos agarrarnos a ellas como si fuera la última opción de sobrevivir.
Por eso cuando
encuentres algo que en verdad te llene, de cualquier índole, sujétalo y que
nunca, nunca, caiga en tu olvido”.