Tumbarme a pecho suelto
en el bordillo de otra calle que no sea la tuya
Poncho K
No me contento con ser
ese simple bufón
que se dedica a contar
todo lo que pasa
a su alrededor.
No me contento con el tacto,
con el no saber
que ya no sabes
que te dedico esta estrofa
que nunca me gustó escribir,
pero si haberla escrito.
Que no me gusta leerme,
¡pero si tanto escribirlo!
no por haberla escrito,
sino porque
mirando nuestros pasos
quizá,
los dos tengamos
algo de verdugos,
algo de indomados.
Sin duda es nuestro pecado.
Hipotecados en
nuestros sueños,
y maldecidos en
nuestros miedos.
Al deseo de estar solos
con la soledad,
del uno con el otro.
A la triste inconsciencia,
al dulce devaneo,
del uno en el otro.
Prometiéndonos almohada.
Nos despertamos del sueño,
como ayer.
Sin saber.
Sin tener.
Sin nada.
Pues estáis bien así.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
No hace falta nada más si estan el uno en el otro.
ResponderEliminarSaludos cordiales.