Paseando borracho entre mis recuerdos,
Tropecé con tus besos y me puse a cantar,
Me quedé ronco, gritando en silencio,
Para no despertar a mi soledad.
Me entretiene soñar tu cuerpo,
Te veo en mi mente pasar
Y hasta siento el roce de tu pelo.
Me quedo en silencio
Esperando tu boca.
Que se acerque y me bese,
Que me bese y se vaya.
Que se vaya...
...a buscar los trocitos de mi garganta,
Los mismitos que perdí
Al recitar este poema
Que hice pa´ ti.
Para la guardiana de mi dulce luna,
de mis tristes noches en vela,
de mis insomnios de tinta y papel,
de mi musa, mi pañuelo, mi almohada.
Unos cuantos tragos más y espero poder alcanzar ese mismo lugar, donde soñar, donde verlo, donde sentirlo... aunque no esté más...
ResponderEliminarUnos tragos más...
Muy sentido.
Gracias por compartir tus letras.
Ten un buen domingo.
Un hermoso poema para no despertar jamás de su boca, que hace latir tu garganta desde la profundidad.
ResponderEliminarMe encantó tu blog que acabo de descubrir desde el de mi amiga Nicky.
Me quedo viendo más entradas.
Un beso.
Gracias.
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