Paseando entre telarañas
Sumido en los nubarrones de la necedad,
Buscaba un encuentro sincero
Que amainara la fatalidad.
Y fue de puerta en puerta
Con la voluntad
De recelar de lo que no entiende
De mirarse el ombligo con la calma
Que precede a la tempestad.
Y por fin, ahogado en alcohol
Calmando las penas que sin articular
Traen temor, ojos que dicen adiós.
Negro soul brama de su mirada,
Del miedo y del dolor ya compañera.
Camina por la incesante locura,
Por el filo del abismo, a voluntad.
Denostado por la duda
Aterrado, demacrado,
Abandonado al silencio de la oscuridad.
Galopando desenfreno
A voluntad, naufragado.
Temor, ojos que dicen adiós.
Ve oscurecido el camino en la temprana noche,
Y entra por la ventana un gramo de locura,
En forma de luz que se apaga.
Temblor, su cuerpo es un temblor
Que se apaga y se acaba.