Tengo un sonido perfecto
Para una guitarra,
Me falta buscar y buscar
La melodía adecuada
Para un buen poema.
Tres acordes, no más.
Flauta, violín
Y un tambor que marque el compás
Esperando a esa voz.
Que al cantar con el alma
De sobra merezca
Cualquier premio, que no llega
Al valor que se tiene.
Y yo tras el telón
Veo salir la voz;
Es ausencia viral,
Se para siempre el reloj.
Todo se acaba cuando te detienes,
La multitud ensordece
Con su aplauso a la luna.
En el cielo fugaces estrellas
Sonríen al verte
Y el clímax se cierne
Sobre focos de colores.
Y queda siempre el sabor
De ese sueño al mirar
Detrás del escenario
Cabezas y brazos saltar...
Que sólo saltan por tí.