No dejo de pensar en
lo que te di,
No dejo de concebir la sensación.
No dejo de sentir que
te lo di,
No se puede escapar
mi corazón.
Seguro que no estamos
en lo cierto.
Lo cierto es que
fuimos lo que vi.
Mis ojos no han
dejado de estar ciegos,
Desde el instante mismo
en que te vieron.
Los deslumbraste
alegremente.
Tu sonrisa desborda
mi razón.
Perdida la
inconsciencia, encontré,
La razón del dolor de
mi pecho.
Esta ruina que no
tiene techo,
Esta guerra que brota
en mí, por ti.
Ese beso quema en mi
aliento,
Esa lágrima arde en mí.
El sabor de ese, tu
beso,
Hace que algo jadee
en mí.