Una maleta rota indica que la vida vuela sin fronteras, que no destierra el odio que aparenta en su mirada. Que no divulga los sueños dorados de princesas resquebrajadas, de los silenciosos principitos que no sienten nada.
A veces pienso que los sueños me los roba el tiempo, que me pierdo en los segundos abandonados de las manecillas de un reloj roto. Volatilizados con frías ilusiones. Incómodas sensaciones que dibujan su estela en mi mente y que traicionan las poéticas canciones, son las que atraen mis recuerdos.
Pero esos reproches…lo que nunca entendí, me fui de amor, ardiendo en el fuego y sentí la rabia que daba tu silencio, porque siempre no tienes razón y hubo un tiempo en que perdía los vientos por ti, pero no, no hubo consenso.
Siempre soñabas con borrar cualquier huella que sellara tu identidad, querías huir de cualquier pasado, que nunca volviera a sentir tus labios.
Y lo conseguiste, ya no miro igual las calles, no siento igual los días, no respiro igual el aire porque me recuerda a vida, testigos reales de mi vagar indigente.
Todo recuerda a esa vida, todo me sabe a nada, todos los sueños vividos los roba el tiempo y los sufridos se los lleva el viento.
Certera prosa.
ResponderEliminarSaludos.
¿Y la cantidad de experiencia que estás amontonando en tu maleta?
ResponderEliminarAbrazos, siempre
"sentí la rabia que daba tu silencio, porque siempre no tienes razón"
ResponderEliminarMe ha encantado esta frase en especial.
Un texto triste y romántico, crudo y nostálgico, inconformista y decepcionado, impotente y devastador.