Cuando te apoyas en el silencio
y ocultas tu corazón consumido,
no queda llave que pueda abrir este refugio.
Cuando la farsa se apodera
y convierte los besos en piedra.
no hay pecho que aguante la desilusión
Enrique Villarreal "El Drogas"
Hoy me he dado cuenta de que ya no me queda, no tengo ni un ápice del poder que atesoraba.
Poder que pierden mis entumecidas neuronas que hacen que mis piernas ni se inmuten al movimiento, poder que extraña la agilidad sensorial a un te quiero, poder del lúgubre infierno que aún me quema en un pasado nómada de cariño. Poder de meterle un gol al miedo.
Es una extraña sensación de debilidad lo que corre hoy por mis venas, como una catarata de escarcha, que me inquieta, que me hace sentir una fragilidad cristalina, que advierte que todo se puede romper en un instante. Otro poder, más intenso que el perdido, me atrae como un imán sediento de venganza, deseoso de incrustarme en sus moléculas, de formar un solo cuerpo. Ese poder me asusta, Es el poder de la lejanía, el poder de lo vivido, el poder de hacerme viejo.