...son como una plaga, son como una maldición
cuando te hipnotizan, perturban la razón
hasta conducirte a la perdición...
Hubo un tiempo en que los buitres se alimentaban exclusivamente de la carroña que dejaban los grandes depredadores de la naturaleza.
Pero aquellos días cambiaban según la manera de actuar de los carniceros y la falta de recursos de sus pobladores, por eso los buitres se vieron obligados a disfrazarse de personas para retro-activar su especie.
¿Cómo lo consiguieron? Fácil.
Engañando con falsos argumentos a personas desvalidas y desvencijadas intelectualmente, con grandes dotes de pesadumbre colectiva, camelando con su pico de oro a infelices desesperados que intentan buscar un resquicio por donde introducir su autoestima, su incansable lucha por sobrevivir, por encontrar un hueco donde vislumbrar algo de luz.
Al final de esa rendija si no tienes cuidado, espera un buitre relamiéndose, saboreando su carroña.
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