Siento, que el momento en que vivimos nos dibuja un pensamiento que no ceja en suspirar: Qué momento más dulce tuvimos y no supimos respirar!
Esa letanía de años, ajados, de las tinieblas laureados, nos quisieron separar y en una absurdidez de redes se quisieron encontrar, mas el tiempo fue su púlpito y angosto su pobre caminar. Tras la herrumbre viaja el destino sin dejar a nadie en paz. A nadie.
Y aunque aboguen tinieblas, aclamado en su firme caminar, el tiempo.
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