Volví a nacer cuando perdí el dolor de tus silencios,
cuando descubrí en el placer de tus miradas lo que
siempre enmarcaban mis sueños…

"En lo Hondo"
Gustavo GP

domingo, 29 de abril de 2012

Una de Zombies


Ese día,  levanté  temprano  a mi cuerpo. El ring del teléfono  aulló cuando me disponía a salir por la puerta.  Al otro lado del aparato nadie contestó a mi titubeante -¿Diga?-, solo una intensa y convulsa respiración. Después de un momento, volví a colgar el auricular y con paso firme, decidido,  salí de casa.
Al bajar por la escalera, el teléfono volvió a sonar. Inexpresivo decidí no volver atrás y continué caracoleando por la escalera hasta llegar al portal.
El frío era intenso en la calle. Una hora antes del amanecer, nadie excepto yo transitaba por la avenida. En mis oídos todavía el sonar del teléfono y esa extraña respiración.
Todo resultaba extrañamente diferente aquella madrugada, la ciudad estaba completamente desierta, ni coches aparcados,  ni el sonido del metro cercano, ni siquiera el canto de los pájaros.
Seguí caminando hacia la estación pensativo y algo rompió el silencio abrumador, el ring de una cabina cercana. Me acerqué hacia ella desconcertado y me atreví a descolgar.
Al otro lado, la misma respiración sofocada de antes, osé preguntar quién es…
“Soy Tú, dentro de una hora, corre ya vienen.”
Al darme media vuelta, a lo lejos, cual vil procesión, una manada de almas en pena y rostros desencajados subían por la avenida.

Máter Terrae



El suelo que nos da sustento, el vientre de lo verde, el escenario en que jugamos, la superficie que compartimos, la materia de lo que somos. El pueblo, la patria, el continente, la tierra entera.

Por algo será que eso tan simple, es también algo tan complejo. Hoy, eso que fue nuestra naturaleza está cubierto por cemento que al agua no besa, rechaza. Ahora en la ciudad tenemos que ir a buscarla como desesperados, como doloridos, como desterrados.

 Te saludo, te respeto, te lamento, te extraño. Quiero mimarte, sanarte, devolverte el ser, tu magia, tu vida. Tierra, que seas de nuevo nuestra madre. Que seas para siempre el suelo, el alma de los caminantes.

sábado, 21 de abril de 2012

Inquietudes

Dos relatos cortados para el concurso de la Cadena Ser Relatos en Cadena...


Dudas irracionales

 
Se entrenaban para estar muertos y  casi lo consiguen.   
Andrés  siente la imperiosa necesidad de dejarlo todo atrás y  volver a internarse en esa oscuridad tenebrosa alojada en los bares.
María se ocultará en su casa avergonzada.
 En  estos años intensos y convulsos, siempre ha habido  ciertos toques de desconsuelo, de  desazón, como en cualquier otra relación afectuosa, aunque, no es  solo cierto eso, lo es también  que siempre hay  optimismo, ilusión y cariño.
Pero todo cambia siempre cuando llega  la primera bofetada.



Y Después?




Se entrenaban para estar muertos todos y cada uno de los órganos de su cuerpo. De hecho ya estaban preparados para el comienzo de una batalla interna aún salvando el empecinamiento que tenía por aferrarse a una vida que ya empezó a declinar tiempo a. Le asustaba el qué vendría después, el vagar por un limbo subterráneo de paredes cerradas buscando alguna luna oscura que la permitiera descansar por siempre de una vida de coletazos inesperados.
Mientras no tenga la certeza insistirá.
Esa batalla no es nada si tenemos en cuenta lo que queda por venir, ¿vida, muerte… y después?

viernes, 20 de abril de 2012

Mi Desolación



No puede ser, aún tengo el recuerdo de aquella lejana tarde como si hubiera ocurrido ayer mismo. Una segunda vez no por favor. No puedo pasar por lo mismo de nuevo.
Cuando me dejó, deambulé entre “locas” y “loqueros”, abatido por el excesivo uso de la química y el alcohol, pero entonces conocí a Alba. Esta vez parecía que sí, que había encontrado ese sosiego y esa calma, tan necesarios en mi vida gracias a ella. Volvía a ser feliz, aquél joven que fui, enamorado y lleno de alegría y esperanza.
Parecía que comenzaba a resurgir de mis cenizas, cuando un nuevo golpe de celos, pequeño demonio interno con el que me siento ridiculizado y me hace temer esa curiosidad moderada y morbosa con la que sufro pesarosamente, hace que busque fantasmas donde no los hay,  angustia y de qué manera a las personas que más me quieren. Soy yo quien las separa de mí. Solo yo soy el culpable de que tarde o temprano, pasa siempre, huyan de mi lado. Es la segunda y la que más punzante siento el dolor en mi corazón.
Ahora mientras escribo estas memorias a modo despedida, mientras  el repiqueteo de un espejo deja volar los pájaros de la memoria, las veo pasar a las dos de la mano por la acera.

miércoles, 18 de abril de 2012

Réproba Obsesión


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Nada más levantarse fue, desnuda a la balanza. Un ligero movimiento de la aguja hizo que una mueca de desesperación y locura se reflejara en el espejo del cuarto de baño, la cara de una persona verdaderamente consternada: ¡37.5 kg.! Amelia sintió verdadero pavor, llegaba la frustración, se avergonzaba de sí misma. Se veía terriblemente gorda. Se arrodilló y metió los dedos en su garganta una y otra vez, tan profundo como pudo, en un espasmo desfigurado escupió verde en la taza del váter. Emitió un alarido aterrador  capaz de espantar a la mismísima dama silenciosa que aguardaba con su guadaña preparada tras la puerta. En la radio alguien cantaba. El aroma ácido aún llenaba el cuarto cuando su madre la encontró tumbada en el suelo. Lentamente el aliento se le escapaba y por su mente  pasaba, veloz como el viento, anagramas de lo que una vez fue su vida.

sábado, 14 de abril de 2012

El Rescate

Versión para el concurso de la Cadena Ser, Relatos en Cadena....



En un pueblo llamado Visavis se formalizó el rescate. Antes de eso, me tenían todo el día encerrado. No me dejaban ver televisión ni escuchar radio. A cada rato me ponían a caminar por el monte. La comida, nefasta, recibía una diaria. Me insultaban, me martirizaban diciendo que no volvería a ver mi papá ni a mi mamá, que  no querían saber nada de mí.
 Ya me  crecía la barba después de cinco años de cautiverio. Llegaba el ansiado momento del reencuentro y lo que más me preocupaba era, que de verdad me hubieran olvidado. Pero allí estaban, como siempre.

sábado, 7 de abril de 2012

Involución



 Dejar que la imaginación vuele libre es lo más parecido a la libertad hoy en día. Que cada uno escoja el final que más se asemeje a su realidad.


Por allí, al final de túnel, donde la luz es más candente.
Alejandro caminó lentamente, reacio, por el pasillo que le había indicado el señor de la puerta.
Sólo recordaba la lluvia fría que le empapaba el rostro ante la entrada de la cueva. El cómo y el por qué se encontraba allí, no lo sabía.
Tenía la sensación de que se hallaba en el umbral de una puerta mágica que atravesaba las leyes del tiempo y el espacio, y a su vez le advertía de los peligros que suponían su entrada.
A la derecha del  lúgubre corredor, encontró salas con los recuerdos del pasado, esos que lo acosaban en sus sueños desde hacía algún tiempo.
Salas con la ingenuidad que da la niñez en el fondo, salas con la acelerada madurez obligada por una situación familiar algo incómoda, y sobre todo, salas repletas de amor y odio, que reflejaban una actitud repleta de insidia, prepotencia y abuso de poder masificado y evidenciado  en las caras de la gente a la que miraba. Se dio cuenta que estaba solo, nadie había a su lado ya. Y sabía perfectamente por qué. Tenía que volver, involucionarse a la sencillez de ese niño que fue.
El dolor es cada vez más intenso, la vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse y yo lo quiero olvidar todo y volver a ser ese niño cándido que jugaba feliz en el  corredor de su corrala.
Y volvió.

miércoles, 4 de abril de 2012

Llanto de Pasión



Ángel  está sentado en su sillón viendo las noticias en la televisión. En ellas sale un montón de gente llorando desconsoladamente porque no han podido salir en procesión  a causa de la lluvia. Ángel pensativo, analiza la situación y no es capaz de comprenderlos. Llega a la conclusión de que el mundo está desesperadamente loco. ¿Fe, pasión, o simplemente la  enajenación mental de los humanos? Quizá, pudiera ser que fuera el último recurso antes de la desesperación total.
Ángel apaga el televisor entristecido, la mesa cubierta de facturas, gas, agua, luz, colegio de los niños, hipoteca…y la prestación del Inem se acaba.
El también quisiera ser cofrade para llorar por devoción, pero
 para él sus lágrimas, ya no son de pasión.