Volví a nacer cuando perdí el dolor de tus silencios,
cuando descubrí en el placer de tus miradas lo que
siempre enmarcaban mis sueños…

"En lo Hondo"
Gustavo GP

domingo, 28 de agosto de 2016

Crónica

He buscado en el destino
Para hartarme de reír
Con grandilocuencia,…
Divina y pendenciera
Y olvidarme del calvario
De lo que queda por venir.

Y no encuentro inteligencia
Que se preste venir aquí
Que use los dos dedos de frente
No sólo para ajustarse el peluquín.

Que para humildemente mentir,
Hace falta coraje y caradura,
Y sacos que esconder
O cerrar entuertos.

¿No se dan cuenta?
Ya nos mienten los cuentos,
Que hablan de falsos reyes,
De palacios en el cielo
Y de hadas en conventos.

Españoles abonen todos,
Eso que no quepa duda.
No dejen de pagar
Los impuestos adyacentes,
Limusinas y parnés
¡No los van a regalar!

Y después que viva el vicio,
Por descontado lo tienen ya
Porque después de tantos comicios
¿Para qué mirar atrás?

Si por sueldo pasan hambre
¡Que quisiéramos contar!
Señores del patio de butacas
Del redil de los leones,
Cansen a otros,
Déjennos en paz.
Devuelvan ya sus trajes
Y todo lo que se pudieron llevar,
Que es más que la comida,
De la que vive, media humanidad.

domingo, 14 de agosto de 2016

Sonrisas



Este poema es un comentario que escribí a una entrada de María Estévez y que lo he "robado" para ponerlo aquí ahora que las musas están de vacaciones.


Y si mis en mis pasos se calzan lodos
Me las intento apañar,
Comiendo del cielo,
Bebiendo en los charcos,
Clavando mi retina en tu cuerpo.

Y bajo la encina del monte
Tiendo tus besos y me echo a dormir
Si me engaña la noche y su luna;
Luna bandolera que brama locura.

Al alba se acaban los sueños
Y me despierta un nuevo día
Con los sabores a compartir de una alegría:
El recuerdo de tu sonrisa.

Me agarro con fuerza a la cola del viento,
Sujeto al huracán.
Con fuerza lo acuno en mi pecho
Para que de guía me sirva
Y me lleve derechito…

Junto a ti.

jueves, 4 de agosto de 2016

Línea 4 (III)


Capítulo 3
2ª Estación
Alimay



¿Hace ya tiempo que los ves verdad?


¿Qué dice? Son sólo pesadillas fruto del agobio del trabajo. Sólo necesito descansar un par de días y todo volverá a la normalidad.


No chaval. Nada volverá a ser como antes si no me haces caso. Ni tú ni yo seremos nada.


Oiga señor, ya me está cansando, usted está loco y me quiere volver loco a mi también. Haga el favor de dejarme en paz. Me bajare en la próxima estación.


Si te bajas, no habrá cambio posible y todo sucederá.


¿Pero se está usted oyendo? ¿Se cree Dios?


Ni mucho menos. Lo sabes, no te hagas el tonto. Los ves y escuchas sus voces pidiendo ayuda desde hace tiempo.


Déjeme en paz.


Están muertos si, igual que yo.


¿Muertos? Y ahora dónde estamos, ¿en el purgatorio? ¡Venga ya!


Aún no te han conocido. Pero lo harán. Morirán en unos años por tu culpa. Por un mal cálculo en las torques de presión de la viga del primer piso del nuevo hospital.
Es lo que tantos quebraderos de cabeza te está dando, no consigues solucionar el problema de la pilotación. Y para eso estoy yo aquí. Para ayudarte.

No se cómo un anciano y cuatro almas en pena sin ideas me van a ayudar.

Ya lo estamos haciendo.

De nuevo las ganas de vomitar se hicieron latentes. ¿Cómo podía saber el viejo todo lo que le pasaba por la cabeza con respecto al proyecto del hospital? ¿Las torques de presión, el pilotaje, los cálculos?


Sé lo que piensas, muchacho, yo también fui arquitecto en su día y trabajé en el mismo hospital en que tú lo haces ahora.

Siete nuevos viajeros habían subido al vagón, siete nuevos enfermeros.
Esto sólo podía ser una pesadilla. Tendría que despertar.
Se levantó y tiró del freno de seguridad pero el tren siguió con su lento caminar sobre las vías.
 
No se va a parar hasta que comprendas. Tienes que ver el camino de la verdad. En el fondo sabes que es cierto, que llevamos razón. Será el fin de tus pesadillas. Pero para toda la vida.
Tú tienes el poder de cambiar el destino de todas estas personas, y de asegurarles una vida que les será arrebatada por tu inexperiencia, por tu culpa les será arrebatada.


No te escucho, déjame, olvídame.


Igual que con tu padre. ¿Desde cuanto hace que no os habláis? Es el orgullo que no te deja vivir ¿verdad? Te carcome, sabes que no tiene importancia lo que pasó, pero ahí sigues, obcecado. Te vas a arrepentir toda la vida, te lo digo porque lo sé. Yo lo he sufrido. Ya le queda poco también, en la siguiente parada le verás esperando en el andén.
Igual que con ese problema, si no atiendes mis consejos, mucha gente va a morir en tu hospital. Y lo peor es que estarán en tus noches toda la eternidad. únicamente quedan dos paradas, es el plazo que tengo para que comprendas.