Al Pasar La Barca

 

 Al pasar la barca me dijo el barquero, - De Africa a Tarifa cuesta mucho más dinero... (Más que dinero)

 Fito Cabrales.

Nació un año gris en un lugar donde el tiempo tiene la importancia que se da a las vacas mirando al tren. Le robaron su infancia educándole con los favores de la delincuencia, de las mafias, en la guerra. Luchando por unas piedras que para él carecían de valor. Pasó su adolescencia, entre nidos de estiércol y sucios harapos, necesitaba un vuelco para su amargado corazón, ansiaba la libertad, deseaba paz. Nunca tuvo a nadie que le protegiera, nunca conoció a su familia, nunca tuvo  estrella. Creció y dejó atrás el campo amargo de cristales envenenados y emigró, buscando la tierra prometida no sin antes amenazado.

Consiguió abandonar la cruenta selva y cruzar ese desierto que era agresivo, terriblemente nocivo, irrespirable, agobiante, mortífero; al caminar por esa arena, se sentía que la muerte rondaba cerca, acechante, traicionera. El viento también le lastimaba y las agujas de arena le flagelaban y se confundían con la sangre que emanaba de su estropeado cuerpo demasiado azotado por el tiempo.  Al fin llegó a la ciudad portuaria y consiguió pasaje en un barco hacia un lugar donde empezar de nuevo, hacia una vida que el destino le había negado desde su nacimiento. Se abría  una nueva ventana  a una vida que nunca tuvo, una nueva oportunidad que no deseaba dejar escapar…

“Avance informativo”

-Buenas noches, la Guardia Civil ha encontrado una nueva patera en aguas cercanas a Málaga en la que viajaban cuarenta y dos tripulantes, iba a la deriva, los agentes de salvamento marítimo no encontraron  ningún superviviente.

Demasiado caro pagaron  Ibrahima y sus compañeros el viaje hacia su libertad, demasiada sangre vieron derramada, sangre que se sigue vertiendo inútilmente y que seguirá desgraciadamente.