Ayer tuve un sueño
Sudando, dudando
Muerto de frío,
Desperté alucinando.
No entraba ese cielo
En la luz de tus labios.
Suple cegador el reflejo
Del espejo opaco.
Calcomanías animadas,
Personajes calamitosos,
Carreteras de ida vuelta.
Dos niñatos penosos.
Buscando, mirando.
Pensamientos atrevidos,
Obstáculos impertinentes,
Dos cerebros compartidos,
Sentimientos diferentes.
Quien pudiera limitar
La saciedad del pecado
De no tenernos a vista
Y sentirnos tanto.
Aunque fuera puro,
De consecuencia indescriptible,
Nadie por duro se libre.
De un adiós sin un hola inseguro.
De un adiós sin un hola inseguro.
Por olvidar corazones
Malgastando borrones.
No es sendero valiente
El nadar a favor de corriente.
"Limitar la saciedad del pecado" Inmensamente bello, terriblemente cercano, sereno y loco sentir.
ResponderEliminarPrecioso!
Besos siempre.
Es como si fuera el sueño eterno de una mística locura.
EliminarGracias siempre y besos siempre, siempre.