Palabras que esculpen sentimientos, que amasan recuerdos, que plasman sueños, que intentan convertirse en realidades, palabras moldeadas con caricias templadas, sílabas
desconcertantes a los oídos tempraneros de la (tu) madrugada.
Palabras del alma nacidas de la sinrazón, inmaculados
sentimientos florales de la primavera inalterada que hacen que mi sangre se vuelva cristal y quiebre
como una copa cuando te siente tan cerca.
Esas palabras grabadas a fuego mantienen viva la esperanza
de esos sueños borrachos de noches de luna llena.
De volver a verte
otra vez, de volver a encontrarte como aquella vez. Sueños de un viajero solitario.
Déjate de colgarlas en el blog, y ni se te ocurra recurrir al cartero. Las palabras así se meten en la mochila y peregrinas con ellas, viajero solitario, hasta llegar a aquella vez.
ResponderEliminarBuen viaje, y no pierdas ni una. Le gustarán.
Un abrazo
Gracias Armando, ya te echaba de menos...
ResponderEliminarUn Abrazo.
Palabras que laten, que sienten, que dicen, que no callan, que expresan, que son viento y marea.
ResponderEliminarPrecioso poema, Gustavo.
Un beso.
Digamos Gustavo, que las palabras son puentes entre la realidad de cada uno, sólo hace falta escuchar para cruzar esos puentes.
ResponderEliminarUn poco triste tu post.
Feliz domingo.