Hoy me vuelvo a ver
vacío como un pato sin su estanque,
Como una margarita
deshojada, como abeja sin su panal.
Descuido.
Sin saber cómo me ha
ocurrido, agazapado en tu portal.
Te espero esta noche
con el ruido de tus pasos al andar.
Soñando para que
vuelva a recordar
Que vivo condenado a
tu equilibrio;
Estandarte en tu
precipicio
Víctima carnal.
De tus besos en mi
boca
De tus lágrimas rotas
De tu dulce caminar.
Mientras tanto
Las corrientes
traicioneras
Me devuelven a una
vida que no quiero.
Que me lleven a un
mundo
Donde los sueños no
desvanezcan para siempre.
Que no se queden con
mi mente adormecida
Por siempre,
Que no abandono la
inmundicia de mi vida
Por mi vida con tu
vida.
Es lo que tienen, las corrientes traicioneras, que te puede llevar a mundos inmundos. Eso debe ser lo que llaman vivir a merced de la corriente.
ResponderEliminarAbrazos