No nació para estar sola,
abrazada a su tristeza, soledad y
desengaño son su condena. Nunca quiso darse cuenta que el mundo no era
ella. Fanfarria acomodada, destilada siempre en vena…. (Ahora ya no le quedan). Hay que saber cuánto tiempo hace que dejó de sonreir, hay que
saber el tiempo que lleva durmiendo sola. Navegó con su yate impregnado de codicia,
en el mar de la avaricia y terminó naufragando en el más absoluto desinterés, escondiendo
su mirada de ojos relucientes que disimulan sonrisas. Demenciales habitantes de
una vida de lujuria doblegaron su cerebro con nefastos consejos de vulgares
amigos.
Acurrucada en el jergón de lana
de oveja en su triste granero, contempla su triste pasado la chiquilla que
nació para ser princesa.
Cómo mola, durmiendo a pierna suelta en un jergón de lana del granero, y sola. En lugar de aguantar príncipes engreídos en salones rococós...
ResponderEliminarAl fin, parece que ha logrado ser princesa de algo.
Salud-os