Me gustaría venir cargado con un escuadrón de versos, para decirte, nena, para contarte, lo mucho que te quiero, pero sin dudarlo no es mi intención, no me interpretes mal, hoy no es esa mi intención al darte este toque de atención .
Yo podría escribir a los colores
de tus ojos y quien sabe, llevarte a un mundo plagado de ilusiones, pero solo
quiero que pienses que las letras que te
escribo son para que dejes de marearte con las vueltas de un farol. No ya no puedo llevarte a mi rincón.
No revuelvas las ilusiones en lo sacos
rotos de entresijos polvorientos, no marees más perdices en los huesos que te miran.
No ilumines más el alba oscurecida y deja ya ese amor de alcantarilla que te
anega el alma y te ciega la razón. Esa flor marchita que te empeñas en florecer
y que ya no me deja dudas, el repiqueteo de un espejo te tiene sorbido el seso.
Derretido. Has burlado el desatino de quien te atiende, no atiendes a razones
pertinentes. De tus sobras… continente, reflejos de tu locura. No rebusques en
más basura, déjate de remilgos indolentes y fíjate bien en quién te guía
pareciendo diferente.
Empobreces tus días si ya ni te
fían, desastres infames, desmadres… ¡Joder!
Esto es imposible, como no te has
dado cuenta antes, de que todo se va a la mierda, no eres mala gente pero has
vivido indecentemente…Malditos desmanes.
Puedes comer mierda y acostarte
en soportales mientras la angustia lo llena todo y marca el tiempo de tu
zozobra, pero estás a tiempo de cambiarlo todo, si quieres, si me quieres como
yo te quiero, como todo el mundo, menos tú.
Bueno, yo antes no me quería mucho... Pero, después de este rapapolvos, me odio fervientemente. Y creo que a ti también. (Contestación desde el soportal)
ResponderEliminarAbrazos