Relato de difícil digestión, pero con el mensaje directo en su interior. (Fiel a mi cripticismo)
Voy caminando por el parque buscando una paloma, la
que llaman del amor la mensajera y no encuentro más que cuervos que rapiñan mi condena.
Recorro los terrones del jardín de las delicias que un día
regalarte intenté sin conseguirlo.
Flores blancas son más bellas, cuando están en tu
diadema, esa que me quiebra el alma, esa
que siempre me acelera.
Rinconcitos consumados, corazones agazapados, que siempre
van al vuelo, que siempre me llegan tarde. (Lástima)
Como a tus besos sin caricias, siempre me pierdo en desmanes,
incauto pertinaz, de las moscas complaciente, cuando al verte voy dispar, por
tenerte me hago el fuerte sin nada que objetar. Y (no quisiera) te pierdo obviamente cuando el
cuervo pasa cerca y mis ojos le reclaman, sus graznidos me embelesan y no me
importa nada, ya no veo nada, ya no siento nada.
Pero seguro que pierdo fiel mi compostura porque por quererte
quisiera que hicieras lo que quisieras conmigo si cuervo fueras en lugar de
paloma.
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