Recompuesto tras el
desvarío
Un mar de flores
blancas excita sus sentidos.
Desarraigado del odio
Dechado de palabras elocuentes.
La frescura de un testigo veraz
Le advierte la magnitud del riesgo.
De la miseria que fielmente va unida
A la grandeza, a la obediencia debida.
Cuando la virtud se hace sacrificio
Como bálsamo de pesadumbre,
Te das cuenta que la libertad verdadera
Solo existe en el mundo de los sueños.
Un sol rojizo se desploma
Solitario en la desnudez del cielo
Dejando entrever que
el mundo es un lugar hostil;
Que en cada rincón se agita una amenaza
En actitud falsa y tortuosa.
Se sumerge en el vértigo del temor
Para que evocar el augurio
De que lo que no parece real
Aun siéndolo, nos ayude a soñar.
Por un mundo en libertad.
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