Esta noche he visto un fantasma, una aparición homogénea y
luminiscente. Una linda mariposa ondeando sus alas al viento como vigilante sin
dueño dulcifica su lamento y nos revela su pensamiento otrora descarriado. Luz
propia dirigiendo a un muerto. Quietas todas las miradas, los susurros del
viento, enajenan el alma, envenenan los sentimientos, con esos dulces
movimientos guiados desde el tiempo. Tiempo lacrado por sutiles venganzas y
desdeñadas traiciones, un pueblo levantado contra un señor taimado. Eso nos has
contado, engalanada, con la música de tus palabras, un viaje en el tiempo, un
fantasma olvidado.
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