Cuando alcance el
final del camino
Y sinuosa y veloz llegue
mi hora,
Veremos venir rauda a
buscarme
A la señora de la
gris guadaña.
A mi lado quiero la
luna,
Y con ella tú.
Cerca del cercao
Que aguarda y abraza mi
urna.
Cuando no tenga más
remedio
Que acudir fiel a la
cita, con suerte,
En esta hora no será
mi muerte,
Lo que me deje triste
y desolado.
Será el dejarte a un
lado
Porque aunque mi
corazón
Que hoy queda inerte
Abandone el
sinsentido de la vida,
De ti sigue
enamorado.
Perfumar mis sueños
Con gotas de ti…
Prohibido al que
marcho,
Le pido a mi alma
Que distraiga a la
negra,
Que le hable de ti
Para que de una vez
comprenda
Que no puedo estar
sin ti.
Que eres mi vida y mi
muerte…
Ya se lo advertí.
Y si llega mi hora
por fin,
Iré fiel a la cita.
Que nadie llore, ni
la lluvia al caer.
Cuando por fin llegue
mi hora,
Sin dolor acudiré a
su llamada,
Porque sin pérdida nada
se arraiga tan fuerte.
Como el amor de tus
ojos fijos en los míos.
Que no hay quien borre
Tu mirada grabada a
fuego en mi mirada.
Dentro de la profunda
raíz que lo surte todo.
Más no será pérdida alguna si la almas se quedan
ResponderEliminarTu mirada en la mía reposada, ni la muerte puede.
Precioso poema.
Besos siempre y que tengas un feliz fin de semana.
Gracias, me gusta que te guste.
ResponderEliminarBesos siempre y feliz fin de semana a ti también.