Hemos cruzado el camino
Cuando el momento envejece,
Los reinos dejan herederos
Para conquistar razones aviesas
Donde hieren aversiones.
Un día, tal que hoy,
Por amigos nos teníamos.
Sin miramientos ni recuerdos,
Enfrentados por codicia
Apostamos a la injusticia.
Dicen que el hombre ,
Único entre todos los animales
Que tropieza por el camino
Dos veces ante si,
Ha descubierto dos soles
En el cielo, en su forma de vivir.
Dos soles que recuerdan
El camino y la forma de vivir y morir,
Compartiendo sentimientos,
Rompiendo las cadenas
Que retienen todos los sueños,
Unificando las miserias
Que nos tienden su mano
Para no morir en vano.
Piensa que lo hicimos,
Luchamos por un sueño,
Nuestro sueño.
Ese por el que hoy morimos y matamos,
Ese por el que ayer entusiasmamos al mundo,
Ese por el que ayer nos amamos.
No somos capaces de romper las cadenas
Que aprietan nuestros tobillos,
Que nos ahogan la sangre,
Cadenas que anhelan rotura.
Hedor de viejos amos,
Las mismas con las que ahora nos golpeamos,
Nos esclavizamos,
Nos convertimos en mansedumbre.
Da igual quien pierda,
Da igual quien gane,
Tú, yo...
Al final perderemos los dos.
El sueño por el que nacimos
Morirá con nos.
Qué importa la razón
Que mande el corazón.
No se puede,
Llegado el momento
Retroceder, olvidar.
Llegado el final
Justo el destino será.
Ha descubierto dos soles
En el cielo, en su forma de vivir.
Dos soles que recuerdan
El camino y la forma de vivir y morir,
Compartiendo sentimientos,
Rompiendo las cadenas
Que retienen todos los sueños,
Unificando las miserias
Que nos tienden su mano
Para no morir en vano.
Piensa que lo hicimos,
Luchamos por un sueño,
Nuestro sueño.
Ese por el que hoy morimos y matamos,
Ese por el que ayer entusiasmamos al mundo,
Ese por el que ayer nos amamos.
No somos capaces de romper las cadenas
Que aprietan nuestros tobillos,
Que nos ahogan la sangre,
Cadenas que anhelan rotura.
Hedor de viejos amos,
Las mismas con las que ahora nos golpeamos,
Nos esclavizamos,
Nos convertimos en mansedumbre.
Da igual quien pierda,
Da igual quien gane,
Tú, yo...
Al final perderemos los dos.
El sueño por el que nacimos
Morirá con nos.
Qué importa la razón
Que mande el corazón.
No se puede,
Llegado el momento
Retroceder, olvidar.
Llegado el final
Justo el destino será.
Este poema se merece una mención de honor. Y también un :Muakssssssssssssssssssssssssssssss.
ResponderEliminarBesos y mas besos (Precioso poema por dios!)
Gracias María.
EliminarMe pongo colorado con tus palabras.
Besos siempre y siempre.