Ángel está sentado en
su sillón viendo las noticias en la televisión. En ellas sale un montón de
gente llorando desconsoladamente porque no han podido salir en procesión a causa de la lluvia. Ángel pensativo,
analiza la situación y no es capaz de comprenderlos. Llega a la conclusión de
que el mundo está desesperadamente loco. ¿Fe, pasión, o simplemente la enajenación mental de los humanos? Quizá, pudiera
ser que fuera el último recurso antes de la desesperación total.
Ángel apaga el televisor entristecido, la mesa cubierta de
facturas, gas, agua, luz, colegio de los niños, hipoteca…y la prestación del
Inem se acaba.
El también quisiera ser cofrade para llorar por devoción,
pero
para él sus lágrimas, ya no son de pasión.
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