No sé
esto no es nada
para lo importante que eres
para mí
en mi vida.
Marisa GS
Mientras espero a que el viento
sople a mi favor, vivo desmontando el momento aquel en que te conocí. Quito las
tuercas, esparzo los tornillos, los pongo en el suelo junto a mi corazón. Corazón
curtido en mil batallas, de la cuales la mayoría perdí, encontré allí, en el
fondo del sueño la saliva del beso que me hizo perder la razón y sufrir. He
notado el peso del cielo al caer y mi locura invade como siempre la vereda de
mi razón, pasajera, porque la perdí cuando te conocí. Cultivando en un campo
los sentimientos, florecen almendros, se marchitan recuerdos, los aromas con brío me devuelven tu olor. No ,no
quiero despertar. Este sueño debe ser mi realidad y la tuya, quizá, tal vez,
por qué no.
Tengo un sueño, que mi mente
intenta que no olvide, que mi vida no quiere seguirme, tú sientes que esa rutina
tan femenina no se ahoga en mis anteriores amarguras y por no odiarme no pasa
la intención de dejarme caer al vacío porque sin ti voy perdido y me pierdo
entre la niebla del río. Busco con la mirada a la luna para pedirle que se
asome y me dirija con sentido, porque ya te digo que desde aquel entonces ando
perdido.
Hola Gustavo.
ResponderEliminarA veces la realidad no hace caso de nosotros, por eso va como le da la gana sin importar los sentimientos humanos.
Es una loca.
Saludos.
La escritura onírica es lo que tiene, que acabas perdido, pidiendo imposibles a la luna. Lo malo es cuando te despiertas y el sentido que buscabas te hace añorar el sueño. Un abrazo.
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