Volví a nacer cuando perdí el dolor de tus silencios,
cuando descubrí en el placer de tus miradas lo que
siempre enmarcaban mis sueños…

"En lo Hondo"
Gustavo GP

jueves, 30 de julio de 2015

Ahora no


Hace unos años mi mejor amigo tuvo problemas y se suicidó, no aguantó más la presión de vivir desahuciado y se ahorcó en la barandilla que conducía al piso de arriba de su casa.
Aún sigo consternada desde ese día, porque no percibí su malestar, no supe hacer nada para evitar ese desenlace, noto la necesidad de que pude hacer algo más y así esto nunca hubiera sucedido. El estaría aquí conmigo.
Me dijo al vernos por última vez que nos veríamos a la mañana siguiente, habíamos quedado para almorzar en un bar cercano a su casa, pero nunca apareció.
Le llamé y no contestó, llamé a casa de sus padres y su hermano pequeño me comunicó la fatal noticia.
Me derrumbé, no podía ser, me quedé sola, sumida en una depresión profunda. Desde ese día ya nada me motiva ni me consuela.
Ayer estaba preparando el escenario para seguir sus pasos cuando frente al espejo lo vi, se me apareció. Me miró desafiante y me soltó un escueto -¡No lo hagas!-
Lo miré confundida y le pregunté que por qué se marchó. Por qué no me dijo nada, yo… me contestó que se equivocó, que esa no era la solución de afrontar los problemas. Por eso estaba allí, para que yo no errara como él.
Y hoy escribiendo estas palabras pienso que un muerto salvó a otro, que mi amigo, mi mejor amigo vino a decirme que me espera, pero que aún no es mi momento.

viernes, 24 de julio de 2015

Locura y Pasión (y IV)


 
Punto Final
 

– ¿Quién eres? – le pregunté de nuevo.
– Me llamo María y me conoces desde hace mucho tiempo aunque no te acuerdes. Te quiero desde siempre aunque no lo sabía. Hasta que te vi en septiembre no me di cuenta de cuán grande era mi amor por ti, de cuanto te amaba. Es muy difícil de explicar y más de entender pero allá voy, por favor no me interrumpas y escucha con atención.
Hace unos diez años tuve un accidente, un día lluvioso de septiembre un coche me atropelló al volver del colegio y se dio a la fuga, me dejó tirada en la puerta del parque del arce, desangrándome. Tenía doce años, igual que tú entonces. Mientras caminaba por el túnel hacia la luz, conseguí volver la cabeza y te vi allí, al lado de la cabina telefónica llamando a la ambulancia, gritando como un loco, intentando ayudarme.
-Pero eso no puede ser-
-Si Juan, estoy muerta, estoy aquí porque prometí que un día volvería para darte las gracias por aquel gesto, por intentar ayudarme a vivir,  pero no imaginé que me iba a enamorar tan loca y perdidamente de ti, perdóname por arrastrarte a esta locura, por hacerte sufrir así.
Estalló en llanto.
 Yo no sabía que responder. Estaba aturdido. Recordaba aquel incidente, sí, pero no podía ser ella, no podía ser  que estuviera muerta, y los besos, y los abrazos, y las caricias…
Pero una sensación de calma absoluta me invadió por momentos hasta llegar a notar flotar mis pies y con una serenidad pasmosa mientras le secaba las lágrimas le dije…
– No llores, yo también te amo, yo también quiero estar contigo.
No voy a separarme de ti, no quiero separarme de ti María, sabes que te amaré por siempre, aunque no pueda tenerte. 
Sonó la alarma de mi móvil, me había dormido y escuché risas a mi alrededor,  - Mira, ya se ha despertado el colgao, ja ja ja- estaba en la cafetería de la universidad, miré el calendario en la pared y marcaba 12  de noviembre, el mismo día que tuve el accidente. ¿Pero cómo era posible esto?Aturdido salí de alli intentando poner en orden mi destrozada cabeza. El coma, los encuentros con María, la conversación de ayer noche, porque la recordaba de ayer... ¿Otra vez los sueños? ¿Qué me pasaba, tenía alucinaciones otra vez? No, no podía ser, existían evidencias de que no estaba loco, demasiadas pruebas.
Me acerqué a un bar cercano y pedí una cerveza. En mis manos tenía aquel papel negro con letras rojizas que me emplazaba a ir al parque esa noche a las dos de la madrugada, la cita con María a la que no pude acudir. Puede que el destino me brindara otra oportunidad.
De repente se me ocurrió, la mejor idea que he tenido en mi vida. Pues no, no estoy loco. No estoy loco, no, mamá, lo que quiero que sepas y que comprendas es  que estoy perdidamente enamorado… locamente enamorado de María. Por eso te estoy escribiendo esta carta, como despedida porque no sé si podría despedirme a la cara. No creo que volvamos a vernos. Hoy voy al parque del arce  a ver a María, a reunirme con ella, ojalá pudieras verla tú también, quedarías tan encantada con ella.
Os quiero muchísimo, que no se os olvide,  dile a papá que no me espere despierto, no iré a verle a casa hoy… Ah por cierto, dile también que no espere el revólver de vuelta.
Con todo mi amor, vuestro hijo.
Juan. 

“Al día siguiente, 13 de noviembre de 2002, la policía encontró el cuerpo de un joven de 22 años, diagnosticado de esquizofrenia paranoide en tratamiento, con un disparo en la sien en la puerta de acceso al parque del arce. Según los informes policiales todo apuntaba a suicidio ya que el arma encontrada en su regazo pertenecía a la familia y porque cerca del cadáver se encontró una carta de despedida a su madre, escrita con tinta roja en suave papel negro”.  

Sentados, al otro lado del parque, resguardándose de la lluvia de mediados de otoño, María y Juan, contemplaban abrazados  la escena, enamorados y juntos al fin, para toda la eternidad.

 

jueves, 23 de julio de 2015

Locura y Pasión (III)


Desconcierto


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Estaba desconcertado tratando de averiguar el por qué, la razón de aquel fugaz e irracional encuentro. ¿Sería cierto que la vi? Tal vez estuve soñando, envuelto en la calentura de la fiebre y  me dejé llevar por el deseo de verla y abrazarla, podría ser pero ahí estaba la rosa y los moratones en mi espalda. ¿Qué pasó? No entendía nada.
Cada segundo que pasaba en el reloj suspiraba por su recuerdo, amparado en la nostalgia de sus besos y caricias, pasaba las noches en vela  rogando a los dioses que alejara de mí ese amor extraño, ese amor sin dueño o que me lo entregara para siempre. A cada momento se hacía más y más grande aunque Venus solo existiera en mis sueños, ya  me había roto el alma en mil pedazos.
Pasaron semanas y no supe de ella. Tantas veces recordé esos encuentros que no encontraba apoyo con nada ni con nadie, mis amigos, mi  familia, la universidad, nada me hacía sentir bien,  no sabía cómo recuperar mi vida anterior, cómo superar este vendaval de emociones contenidas. Nadie sabía de la existencia de mi amada. Por estos días incluso llegué a odiar el corazón humano,  las emociones…
Cuando pasaban los momentos de bajón y venía la calma, cuando pensaba en aquellos  encuentros, me daba cuenta que la debía tanto, tanto a aquella dama, que sin saber su nombre, sin casi hablar, me dijo tantas cosas en el silencio, con sus caricias, deleitadas por sus besos, extasiadas en la delicia de su desnudez.
Con esto, una mañana  de noviembre me preparaba para salir a la universidad, cogí mis libros y  cayó un sobre negro. Lo cogí y ponía mi nombre. Estaba sellado con un beso, lo abrí y encontré otro papel de suave terciopelo y olor a flores frescas en el cual escritas con letras rojas de sangre dos únicas palabras – TE AMO – y ¿sabes qué? El corazón me dio un vuelco y me aceleró el pulso hasta hacer tronar mis sienes.
Tenía que ser de ella, era su olor.
No asistí a clase, me quedé todo el día embobado leyendo la carta en la cafetería de la universidad, suspirando, sonriéndole a la nada. Estaba esperanzado, convencido de la existencia de ese ser angelical que en forma de mujer me robó el corazón y la vida. Ahí tenía la prueba, no podía haberlo soñado, estaban la rosa y ahora esa carta perfumada. Aletargado como estaba no vi hasta la tarde las otras palabras que escritas con dulce letra decían…
-Te espero esta noche a las dos de la madrugada en la puerta del parque del arce, donde nos vimos la primera vez, ven amor mío, embriaguémonos  de amor hasta que despunte el alba, entra en mi cuerpo y seamos uno, que nuestro corazón sepa que el amor no es parte de la vida, que va más allá de la muerte…Te diré mi nombre y seremos uno tú y yo para siempre si tú quieres.
No dejaba de llover.
Me despertó el pitido de las máquinas del hospital, me dolía el alma, la cabeza me estallaba y la lengua parecía haber crecido diez kilos. No comprendía qué es lo que estaba haciendo allí repleto de cables y agujas.
La puerta se abrió y todos entraron por la puerta formando una tremenda algarabía,  llorando y riendo de alegría, me abrazaban, me besaban, yo no sabía que estaba pasando. Cuando nos calmamos todos un poco me contaron que llevaba en coma seis meses, mayo. Me contaron que tuve un accidente aquella mañana de noviembre al salir de la universidad, me arrolló un coche, según testigos iba atolondrado, con los ojos muy fijos  leyendo un papel negro y no vi ni el semáforo, ni el coche.
Me recuperé y me dieron de alta a los pocos días, no sabía nada de Venus desde aquella cita a la que no pude asistir, nadie la había visto por el hospital, no había venido a verme, claro no sabría nada, pensaría que no quise acudir a su encuentro.
 Volví a mi casa e intenté recuperar la vida que llevaba antes de...antes de que todo me partiera el alma, no sabía si podría llegar a ser el mismo de antes. Regresé a la universidad a recuperar lo perdido e intentar acabar la carrera de periodismo. No volví a saber de ella.  Conseguí guardar en algún perdido rincón de mi memoria su recuerdo, y parecía que volvía a ser el mismo Juan de siempre. Una noche acabando los exámenes de fin de curso fui a casa agotado por el estudio y directamente me tumbé en el sofá. Me quedé casi dormido.
Empezó a llover agua de mayo.
Creí oír que se abría la puerta y que alguien venía y me besaba  la frente, se acercaba a mi oído  y en un susurro me soltaba con una voz de caramelo...Te esperé en el parque esa madrugada mi amor, pero no fuiste.
Abrí los ojos sobresaltado y allí estaba ella de nuevo, justo a mi lado.
-Tuve un accidente, no pude acudir- dije aturdido, Pero ¿me vas a decir quién eres y por qué juegas así conmigo? Vienes de noche susurrando, como un ladrón sin dueño, me hablas, me besas, me das esperanza y te vas sin decir adiós, sin decir cuándo volverás y no vuelvo a saber de ti y...
-Tranquilo Juan, calla, todo tiene explicación, no estoy jugando contigo, tranquilo, te lo voy a contar todo.  Y me volvió a besar con una dulzura que no he sentido jamás.

Locura y Pasión (II)



El viaje a la locura

Entré en una depresión traumática, volví al parque una y otra vez a buscarla pero nada, ni rastro de mi Venus.
Pasaron unos días y creí recuperarme, el doctor me recomendó descanso y que intentara no pensar nada de lo que pasó aquella tarde, ya que podría empeorar mi actual estado. Estaba al borde de la locura  por un beso que me amargó el alma…
Estaba acabado, demasiado triste, deseando la muerte a cada momento. El reloj era el verdugo que marcaba el compás de mi desgracia.
¿Quién cojones eres y dónde estás amor? Me preguntaba a todas horas, no existía lógica en mi caso, pues no era ni lógico ni racional el profundo amor que me estaba destrozando el alma a cada momento.
Ya habían pasado dos meses de ese extraño otoño y todo seguía igual, sin esperanza alguna de volver a verla, con el calor de sus labios en mi boca como único recuerdo.
Esa noche me fui a dormir, apagué las velas y me recosté casi desnudo sobre las frías sábanas deseando que acabara pronto el calor tremendo que sentía en el pecho, inaguantable…
Había empezado a llover.
A punto de entrar en la fase rem, en medio del trance que trae consigo la somnolencia, mi puerta se abrió y una silueta apareció frente a mí.  Vi su esbelto cuerpo, dejando ver su desnudez tras el vestido blanco que la envolvía, llena de luz. Sus manos ondeando mil colores, cortando el viento húmedo de mi habitación… Estaba casi sin aliento cuando apareció ante mis ojos el rostro de la dueña de mi corazón.
Era mi Venus, mi sueño y mi delirio. Me acarició el rostro con sus manos suaves como el terciopelo, acercó su boca a mi frente y me envolvió en ternura y pasión. Me besó todo el rostro tan lentamente que pareció que se acababa el mundo cuando al llegar a mis labios me arrastró a un encantamiento brutal del que no quería escapar. Volar a otro nivel, subir a otro escalón, al éxtasis.
Esa noche, nos amamos con pasión y locura, saboreando el placer de cada momento. Al amanecer flotábamos en vaporoso sueño. Eramos navegantes de universos paralelos buscando la fusión perfecta de dos cuerpos extraños pero emparejados en un mismo holograma.
Al despertar, estaba  solo entre mis sábanas, de nuevo terriblemente solo y sin rastro de mi Venus sin nombre, con un dolor tremendo en mi espalda y con una rosa roja sobre la almohada.

miércoles, 22 de julio de 2015

Locura y Pasión (I)


Es esta una historia diferente a todo lo que he escrito hasta ahora,  es un relato largo que pienso publicar por capítulos, no se tres o cuatro, ya veré, porque aun no está terminado, lo voy escribiendo sobre la marcha y aunque creo  saber el final, a todo se le puede dar la vuelta repentinamente.

El Encuentro



Resultado de imagen de encuentro de amorFue una tarde lluviosa de otoño cuando la conocí, recuerdo el agua fría empapar mi rostro y mi abrigo, busqué un refugio hasta que escampara y de repente, ondeando su cabello oscuro la vi, apareció ante mis ojos la criatura más bella que jamás había visto…
Tenía ojos oscuros y labios rojos, los recuerdo rojos como la sangre, como el color de las rosas, como el rojo atardecer que solía contemplar cuando era niño.
Quedé sorprendido al verla, mis ojos seguían el curso de sus dedos que paseaban entre sus cabellos, haciendo que el agua se escurriera dibujando diminutos riachuelos.
No podía mantenerla la mirada, pero tampoco quería apartarla… De repente, ella se giró y me miró tan profundamente que penetró dentro de mi alma y en sus labios noté el atisbo de una sonrisa en la que denostaba confusión, tristeza, felicidad, nostalgia, pasión…
Pero no había palabras, no existían letras ni emociones tales para conjugar el sentimiento y la pasión que llevaba dentro de mí. Me estaba volviendo loco. Notaba el susurro del latido de mi corazón como bombas explotando a la vez. ¡Boom, Boom, Boom!
Quedé congelado en aquel instante que ella sonreía, no pude hacer nada, ni el más mínimo intento de movimiento. Tímidamente agachó la cabeza, con su mano derecha acomodó los cabellos que se habían posado sobre su mejilla, levantó la mirada colocándose el mechón de pelo detrás de la oreja y lentamente empezó a acercarse hacia mí.
– ¿Qué haces robándome el alma con la mirada? – me dijo y acto seguido me besó tan tiernamente que en un instante pensé estar besando un copo de algodón.
¡Dios! Me ha besado la mismísima Venus…
Al abrir los ojos ella no estaba, se había esfumado y yo ahí atontado con todo mi cuerpo empapado en sudor a pesar del frío y de la lluvia y el corazón a puntito de salirme del pecho.
Dejó de llover un instante y salí despavorido a buscarla, pero no estaba, no podía llamarla, no sabía su nombre.
Regresé a mi casa sin dejar de verla en mi interior, no podía olvidar esa cara, esa boca, esos ojos. Estaba desconsolado y enamorado.
Entré en mi habitación y me quité la ropa empapada, encendí la chimenea y cubrí mi cuerpo con una manta. Entonces mi mente se perdió en el vacío de la inconsciencia fijando la vista en la llama de la vela que poco a poco se extinguía, al igual que la esperanza de volver a verla.

jueves, 16 de julio de 2015

Buscando Amanecer

Hoy has mirado al cielo y se ha vuelto todo gris, no quedan figuritas de suave algodón y llegas a pensar en el sentido de la vida, para qué sirve  respirar? Observas tu alrededor y no comprendes el daño recibido. Hipócrita vida te ha tocado, sin buscarla. Debes dejar de ocultarlo y de hacer como que no pasa nada, debes ser fuerte y salir de ese pozo oscuro y reactivarte.
Que lo que escribo no es un cuento, es un canto a la verdad, no tiene escarmiento, es falta de voluntad.
Te duele el pensar en la viñeta siguiente de este TBO maldito, la realidad se vuelve locura y tus noches oscuras. Miedo al oír las llaves, ya llega.
Pero ya no hay escusas de vieja para no cambiar. Ya has tocado fondo, levántate como el resurgir del guerrero, que en tus ojos hay más vida que el fondo del mar niña, aunque el enjendro que te golpea se esfuerce en negarlo.
Mañana empieza un nuevo sol.

miércoles, 15 de julio de 2015

Recuerdos

He bajado al infierno para comprenderme,
al fuego suplicando calor, y crepitándome,
no consigo relanzar tanta pasión,
silenciarme...no.
No he podido permitirme
momentos de lucidez.
Carencias de niñez adusta,
locura transitoria, lobreguez.
El dolor de tu mirada me apuñala,
muero porque no me matas con tu daga banca
que realzo en mi pluma cuando te escibo.
No, no hay color.
Si vieran en el espejo el ocre de tus pupilas...
la cereza de tus labios y ese brillo carmesi que
deslumbra...lo entenderían. Vaya, ya lo creo.
Pero no cabemos en su regalo,
este jardín no acepta màs flores.
Y vuelvo más despues que pronto a estabilizar mi mente,
despejarla de todo vaporoso enjendro y comprendo
lo que entonces no pude...

Y me asomo al lugar del recuerdo
despues de muerto,
para unirnos, esta vez si, para siempre,
en el silencio.

sábado, 11 de julio de 2015

Vencido

Cien vidas de los hombres
Llevo observando y
Aunque la vida regalen
Crueles hazañas me invaden.
Después de mirar, cansado,
Noto que ya mi vida me aprisiona,
Me cose el traje a rayas
Encerrado en esta piel
No me deja salir.
Me impulsa hacia la lona
E impide que me vaya, libre.
Tengo en el aire suspendido
Colgado, preparado
Un nudo prisionero,
Agazapado, esperando su turno.
Lo he visto en sueños.
Si pudiera escapar...
Si con ello pudiera volar...
Pero no consigo levantar el vuelo,
No soy capaz de asomarme a la luz.
Para qué?
Para luego dejarme caer de nuevo al suelo?
Y caigo.
Inmóvil.
El susurro de un corazón,
Retumba en el vacío.
Tic-tac, tic-tac.
He visto demasiado mal en la humanidad.
Me he cansado de inventar
Cada día un mundo mejor
Para después comprender que todo
Lo que queda, nos arrastra
Sin compasión a la fría oscuridad.
Nada, no importa nada.
El infierno ya no arde
No  le queda leña en la corteza,
Sólo la piel seca
Que no prende, que no quema,
No calienta, no alimenta,
No te abriga, no te cuida,
No te quiere, no te siente,
Te vende,
Te apuñala por la espalda,
Te desarma,
Te envenena
Te maltrata,
Te condena.
Y no le importa nada.
Vencido
Subo un pie.
La silla  me espera
Callada.
El nudo silencioso me llama.
Quietud del tiempo.
Se para y se prepara
Para verme caer.
Salto.
Un ligero crujido
Y el mundo gira.
Zzzzzzz

sábado, 4 de julio de 2015

No es Nada


Tranquila cosita, ya me voy.
Quemado por dentro y lleno de espinas,
Me llevo colores que le robe al día
Para pintar mis noches, que andan descoloridas.
Que me sobran motivos para andar jodido y sin alegría,
Que algo he perdido y para un beso que escondo van y me lo quitan.
Y me lo quitan.
Se acerca el dolor, sin invitación, a jugar en la herida,
Me sale mal todo
Mi pequeña estrella debe estar fundida.
Vago sin rumbo y me cuesta encontrarme,
Me noto apagado, como cielo cerrado en días de lluvia.
Mi porción de suerte aún  no ha sido partida,
Lo más sencillo me enreda y me complica la vida.
Y bebo confusión.
Y esnifo neblina.
Los recuerdos me golpean, me están quemando con velas,
Las neuronas que me quedan me putean y al agobio me encadena,
El silencio se mete por el cuerpo a escondidas,
Se viste de soledad, para pasar conmigo el día.
Y me sobran motivos para andar jodido y hecho un lío.
Se me ha caido la risa y para un beso que guisan, no tengo apetito.
Y vuelve el dolor con la misma intención de anteriores visitas.
Y fumo confusión, apatía y tristeza.
Ya he puesto la mesa y sobre ella, desnudas, mis putas dudas.
Tranquila cosita, ¡no ha sido nada!
Para el corazón tiritas y para mi rabia, pomada.
¡Que no ha sido nada!
 

viernes, 3 de julio de 2015

Cree en Mi, Te irá Bien

Me sale la vena revolucionaria ante las noticias diarias. Joder. Un remake de la canción de Sinkope, "Político, Católico y Putero"






¿Y qué más da otro pequeño esfuerzo?
¿No os dais cuenta de que si no yo no puedo vivir mejor?
No os engañé en mi campaña cuando afirmé con firmeza
Que con tu voto la cosa mejoraría, para mí y mis afines.
¿No ves que ya han estado en las arcas, manejando, mis dos manos sin vergüenza?
¡No veas qué bien lo hacen, las dos, la derecha y también la izquierda!
A la mierda el corazón y los remordimientos
¿Sabes qué es eso?
Me pone el poder, devoción por el dinero…
Coches oficiales.
¿Los coches los paga alguien?
Tengo muchos amigos, hermanos…banqueros y altos ejecutivos,
También a Dios en el cielo, buscando terreno
Para recalificarlo y venderlo por un millón
No sé lo que es sudar por trabajo
Soy político sin serlo
Como todos, también putero
Que yo vivo para forrarme con el sudor del de enfrente
Teniendo el tuyo, ¿para qué sirve el de mi frente?
Como la gran mayoría que se dedica a esto.
Me da igual el hambre, quien viva con lo puesto y sin ello
Y si voy a la ruina, subo tus impuestos.
Soy político y vivo muy bien del cuento.
Para vivir de lo vuestro.
Como la gran mayoría que se dedica a esto.
¿Mis ideales? Sólo defiendo lo mío, que es lo tuyo.
Y lo tuyo es llenarme hasta arriba los bolsillos.
Mis fiestas las paga preferentemente
El pueblo. Soy político y vivo de esto, de ti.





miércoles, 1 de julio de 2015

Cripticismo

Me preguntas que qué cojones quiero decir en mis poemas.
Es muy fácil, agarra una silla y ponte un café.
Relaja el cuerpo, lee despacito, cierra los ojos y ponte a pensar, como un niño chico, deja tus alas volar por mi mente, que está decidida a hacer trabajar a tus neuronas.
Sentimiento escribo, sólo puro sentimiento nada más.
Pensamientos incoherentes para mentes adormecidas quizá...
También podría escribir al color de tus ojos y podría llevarte a un mundo extraño de ilusión, pero busco el encaje, hacer comprender, me conformo con hacer llegar mi mensaje, busco comunicación.
Lee, te toca a ti, yo ya escribí mi mensaje.
"Pero ahora, piensa, no dejes que tu corazón se te detenga y vuela libre, al sol, al viento. Desecho ya el amor, se escapa entre los dedos cual niebla de otoño, casi nada dura hasta el final, recuerda lo que fuimos y lo que no.Que no somos sólo equipaje".