No necesariamente la violencia de género está en el hecho en si, también está en el pensamiento. Deberíamos ponerle remedio...No a la Violencia de Género....
Realmente no sé cómo empezó todo,
lo que si se, es cómo acabará si esto que nada más comienza sigue así, siempre acaba
igual y no precisamente bien. Creo que
empiezo a volverme loco. Este sueño que no me deja vivir, que se repite una y otra vez en mi cabeza va a
acabar conmigo. No me deja dormir, no consigo descansar.
Yo vivo solo, no tengo mujer, ni novia, ni nada que se asemeje, y nunca he
hecho daño a nadie, por eso, no consigo
explicarme la terna de este sueño:
“Pasa muy deprisa, una breve discusión, evitable, por una comida que no me gusta, que si pasas mucho
tiempo al teléfono, esa minifalda, si tú dejaras de beber…los celos. Al final,
después de las voces, dos sonoros golpes, un quejido seguido de un portazo y un
llanto silencioso…”
Ya no aguanto más y he decidido
ir con mi amigo Pablo a uno de esos sitios dónde dicen que curan el alma.
Sentados en corro, uno a uno nos vamos presentando:
Hola buenas tardes, me llamo
Josué, soy mal tratador y necesito ayuda…
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