Esta noche soñé contigo, con esa paz que fluye en ti, con el
blanco de tu efervescencia, con el susurro de una caracola. Esta noche soñé que
te oteaba, con catalejo calidoscópico, con los ojos entreabiertos, sonámbulos,
cansados. Esta noche pude acariciarte, y sentir ese frescor a vida que
despides, dejando en mí el brillo de tu sal, siendo ésta la esencia de lo vivido.
Esta noche pisé tus orillas, con pies desnudos para que tu caricia llegara a lo
más profundo de mi alma. Esta noche te colmé de lágrimas, no de tristeza, ni de
felicidad, sino de esas que salen de adentro al contemplar la inmensidad de tu
belleza.
Tú, ti, te, contigo.. Contigo y esas lágrimas.
ResponderEliminarUn abrazo