No, deja las moscas, que también quieren
su parte, de sobras no están hartas y aun
les queda mi piel.
Mientras caen los mediodías sin nada que hacer
Como todas las tardes, busco portales
Donde se duerma bien.
No quedan razones bajo este cielo
Nublado, para decir que no ha acabado
La carroña con mi ser.
Esperando que llegue la hora, me dejo llevar.
Desangrando las puertas de la vida,
De ponzoña cubierta la sien.
Me iré como el agua del grifo para no volver,
como los otoños dejando las hojas caer.
Vagabundos todos, de una forma u otra. Esperando que llegue la hora, nos dejamos llevar.
ResponderEliminarUn abrazo.