"Un homenaje a la fantasía épica y a Tolkien. A ver qué sale. Una vez más, desconozco la cantidad de relatos que saldrán hasta completar la serie. Cada día cambio de sentido o borro todo lo anterior".
Poco a poco las sombras avanzan
hasta ennegrecerlo todo. La hora bruja confunde al viajero fundiendo el paisaje
en un halo oscuro. Una ligera bruma extiende su gris sudario sobre las pocas
formas aun visibles y hace que el sonido de los nocturnos animales del bosque
suene tenue, amortiguado. Unos ojos lo vigilan todo, en lo alto de un peñasco, una
sombra otea entre la niebla. Unos ojos verde esmeralda que lo observan todo.
Sabe que lo persiguen desde hace días, intentan darle caza. Son los soldados
del brujo Angmar, consejero del Rey Percy. Tras una breve espera, distingue a
lo lejos, por el sonido de sus pisadas y las luces de las antorchas, como a media
jornada de camino, las tres columnas de soldados. Tenía tiempo de descansar al
menos una hora.
Dorian, un rastreador experimentado
y heredero directo del depuesto rey Lilian, legítimo Rey de Kcorl, es ahora
perseguido por alta traición, al no
reconocer a Percy como rey y quitarle la vida al inicuo Angmar.
Llevaba tres días huyendo y los soldados del ejército real
cada vez estaban más cerca, no tenía todas consigo el joven Dorian, sabía que
sería difícil burlar su red.
Mientras descansaba entre la espesa niebla del bosque, sin perder
de vista las luces de las antorchas que avanzaban lentamente, se puso a
recordar lo de prisa que pasó todo.
Hace tres días. Era un atardecer parecido al de hoy, gris,
neblinoso, que borraba del mapa los edificios de la ciudad. Nadie podía verlo.
Ahí estaba él Dorian, escalando por la torre del homenaje hacia las
dependencias del malvado Angmar, lo tenía planeado desde hace meses, debería
extirpar la dolencia de su país y devolverle la grandeza. Pero para derrocar a
Percy, primero había que derrotar a Angmar.
Ya espero el próximo relato. Veremos quien es el Señor de la Niebla.
ResponderEliminarBesos siempre.
Yo también lo espero, pero creo que nada será como parece, como siempre...Ya veremos.
ResponderEliminarBesos siempre y gracias por estar.