Y siéntate del revés cuando te despiertes del sueño y lo veas todo desolado, cuando los que organizan las mañanas de la mansedumbre, no nos permitan ver alrededor las miradas de las personas de rostro triste.
Y sácame de la podredumbre del querer hacer que si se pueda y no se quiera.
Paso por tu cas y lo que leo es un grito silencioso. La desolación.
ResponderEliminarAún asi es poesía entre tus labios de impotencia,
Besos siempre.
Así es María, sólo hay que encender la televisión y ver esas bocas torcidas por el dolor de perder su vida entera por unas ambiciones absurdas.
EliminarBesos siempre.