Dedicado a mi ciudad, el día después de la calamidad.
Domingo 30 de Agosto de 2015 una tormenta huracanada asoló Aranjuez por espacio de media hora y derribó más de ciento cincuenta árboles bicentenarios, más los destrozos materiales históricos.
Hoy no habrá un poema sobre tu risa, sobre el brillo de tus ojos al mirar.
Ni de tu boca de fresa. Ni de tu lento caminar.
Ni de tu boca de fresa. Ni de tu lento caminar.
Hoy vengo a hablarte del tiempo, de los días de mierda y cuchara..
-Ven, cuéntame,
Lo que dicen las mañanas del después,
Lo que se perdió el querer,
Lo que encontramos ya al nacer,
Lo que habitaba erguido,
Con su tronco y su ramaje recorrido
Por ardillas, hormigas y un ciempiés.
-Los días se nos amargan
No lo ves? No lo crees?
Parece la santa compaña.
Caídos por doquier.
Las casas se menean,
Apuntalan vendavales
Para caminar.
Afuera, podredumbre se divaga
En la cuna del tornado.
Tumbados, mas no por descansar.
No cimbreaban las espadañas, no.
Fueron más viejos que el lugar donde moraban pero bailaron a su son.
Son del viento,
Viento, que se puso en movimiento.
Y cayeron estandartes,
Cada cual con su historia
Cada uno con su voz.
Y bailan, retorcidos por el dolor,
Bicentenarios...
Se truncan sus vidas,
Se acaban sus historias.
La tormenta les apagó
Con sus míseros
Con sus míseros
Treinta minutos de gloria.
Un grito desgarrador a la tierra. Te felicito por tu poema.
ResponderEliminarBesos siempre.
Desolado paisaje María.
EliminarBesos siempre.
Desolador paisaje cuando la tierra llora... Saludos
EliminarCuando llora y ruge.
EliminarGracias por venir.
Besos