Fueron silenciosas y largas las
horas en las que el joven príncipe diseñó su plan para acabar con el
nigromante. Más de tres años encerrado en un sucio cubil de la torre más oscura
del palacio de Bruynnen, a las afueras de la capital de Kcorl dan para muchas cavilaciones.
Conseguiría escapar. Seguro.
El sacrificio de su padre y de toda
su familia no sería en vano. Recordaba cómo Angmar apuñalaba por la espalda a Lilian
y degollaba a su madre delante de él, con la reticencia del Duque Percy.
Justo un momento antes del cambio
de guardia nocturna, Dorian se hizo el muerto. El centinela abrió la puerta del
calabozo para comprobar el estado del príncipe y en un movimiento sutil, le
partió el cuello sin ruido. Cambió sus ropas y salió a la galería, cerrando la
puerta tras de sí, dejando al centinela abatido, tumbado en la cama como si
durmiera. Dorian se confundió entre la soldadesca
como un guardia más.
El primer paso de su venganza, ya
se había dado con éxito. Pasó toda la noche y todo el día siguiente corriendo
sin parar, ya se habrían enterado de su fuga y estarían todos los ejércitos del
rey buscándole. Tendría que correr y correr buscando refugio en tierras lejanas
donde no le conocieran y así poder preparar las tesituras de su venganza.
Pasaron doce duros meses hasta
que Dorian se encontró preparado, ya tenía el aspecto del fiero guerrero que había sido, el señor de los
ejércitos armado con su espada y yelmo. Acompañado de un precioso corcel negro,
Asgaroth.
Llegó el momento de partir, de
devolver Kcorl a su dueño.
Bajo el muro del acantilado,
donde desembocaban las letrinas, esa era su única entrada y salida. Por allí
pasaría.
Treparía por el interior de las compuertas
y alcanzaría el exterior de la torre del homenaje, alzándose a pulso sobre el
ventanuco que daba directamente a los aposentos de Angmar. Sólo dispondría de
cinco minutos antes del cierre de las compuertas y del cambio de guardia. Le
bastaban, conocía el castillo de su padre palmo a palmo. Era su momento, había llegado la hora de
empezar a saldar deudas. ¡Cuatro años de calvario! El día había llegado.
Entró por ella apartando la
pesada cortina que impedía que el viento se colara en su interior. La estancia
era muy sencilla. Gruesas alfombras cubrían el suelo y, justo en el centro, se
hallaba un palio que ocultaba su interior a los ojos de Dorian. Por lo demás,
ni muebles, ni ornamentos, ni lujos, ni
nada de nada. Lentamente se fue acercando al toldo.
Asomó la cabeza y se encontró con
los ojos en blanco de Angmar que reposaba en un sillón de madera tallada. Advirtió
que no podía verlo, que sus ojos, de un blanco brillante, correspondían a
alguien en un estado de trance inducido por algún tipo de encantamiento.
Con la rabia emergente de los
años encarcelado y sabiendo la muerte de
toda su familia, Dorian asestó un tajo con su espada a la altura del cuello del
brujo rebanándole la cabeza en un suspiro.
La cabeza rodó por el suelo hasta
detenerse a los pies del príncipe. Justo en ese momento los ojos del brujo
degollado lo miraron con su color natural, llenos de maldad y una malévola
sonrisa se dibujó en su rostro. Un graznido espeluznante fue creciendo en
intensidad desde lo más profundo de la torre, de sus entrañas.
-No reinarás nunca. Morirás.- La
voz gutural del brujo retumbaba en la estancia mientras Dorian huía
abiertamente por las escaleras víctima de un pánico cegador.
Tuvo que deshacerse de dos
centinelas que corrían en auxilio de su amo, dos certeras estocadas y de nuevo
el camino libre. Corría como alma que lleva el diablo, huyendo del mismo
diablo.
El rey Percy ordenó detener a
Dorian vivo o muerto y Hazazel, capitán de la guardia del castillo formó a sus hombres y
perros para salir en su busca. Les llevaba ventaja de dos días. La niebla no
sería su aliada en la persecución, pero también impediría a Dorian tomar más
ventaja.
La niebla sigue creciendo en la noche dando
cobijo a Dorian. Hoy podrá dormir bien.
Dorian es muy valiente, incluso con lo desconocido.
ResponderEliminarBesos siempre.
Muy valiente. Nada le importa más que recuperar su honor.
EliminarBesos siempre.